Rejuvenecer sin cirujías

Literalmente, de lo que se trata es que nuestra sangre sea el mejor alimento que podamos tomar. Esto, debido a la riqueza de este plasma en plaquetas (plasma rico en plaquetas o PRP) que contienen factores de crecimiento que estimulan la regeneración de la piel.

Por lo general, nuestra tasa normal de macrófagos en la sangre es del 5% (cinco por ciento) y con la hemoterapia, elevamos esta tasa al 22% (veintidós por ciento) durante 5 (cinco) días. Desde el día 5 (quinto) hasta el 7 (séptimo) día, la piel vieja comienza a caer, porque la sangre en el músculo está llegando a su fin. Y cuando termina la tasa vuelve al 5% (cinco por ciento). Esta es la razón por la cual la técnica dicta que la hemoterapia debe repetirse cada 7 (siete) días.

¿Y tú? ¿Te atreves a vivir esta aventura vampírica pero inofensiva?

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