La Vitamina C más allá de los resfríos
Las enfermedades del sistema respiratorio presentan una de las primeras causas de atención médica en todo el mundo, tanto en la consulta ambulatoria como en la internación, y se encuentran entre las primeras causas de mortalidad.
El sistema respiratorio responsable de llevar el oxígeno a toda la sangre y expulsar el dióxido de carbono; está formado por vías altas como nariz, los senos paranasales, la garganta (faringe) con las amígdalas y el oído medio y la epiglotis, lengüeta si un microorganismo se encuentra en uno de estos órganos decimos que el paciente tiene “infección respiratoria alta” y se habla entonces de rinitis, rinofaringitis, faringoamigdalitis, epiglotitis, laringitis o sinusitis y otitis. También tenemos las vías respiratorias bajas como la tráquea, laringe, bronquios, uno para cada pulmón, bronquiolos diminutos, que desembocan en los alvéolos al ingresar un microorganismo sea virus o bacteria, al encontrarse en estos órganos decimos que el paciente tiene “infección respiratoria baja” y se habla entonces de traqueítis, bronquitis, bronquiolitis, neumonitis, tuberculosis, etc.
Los estudios llevados a cabo en la Universidad de Nottingham indican que aquellas personas con altos niveles de vitamina C disfrutan de un 25% más de actividad pulmonar. La vitamina C fortalece el sistema inmunitario y protege a las células contra sustancias nocivas además de que ayudan a prevenir enfermedades como la gripe, catarro, resfriado y neumonía. La Mega dosis de vitamina C puede reducir el riesgo de infecciones respiratorias, reducir la incidencia de resfriado común entre un 45-91%, incidencia de neumonía entre un 80-90%. Reduce la tasa de pérdida de la función pulmonar en los adultos y contribuir así a prevenir la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.